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sábado, 26 de agosto de 2017

Arte zapatista, impresiones dispersas del CompArte


Muchas expresiones artísticas zapatistas fueron presentadas el 28 y 29 de julio de 2017 en el Caracol de Oventic, Chiapas. El arte pide al creador disciplina y también tiempo. El artista se enfrenta, por lo tanto, a un mundo que no ofrece condición alguna para la creación y, no pocas veces, a vicisitudes que lo mantienen, ya no sólo en un estado económico precario, sino incluso, de desprecio social. No es raro que, en un mundo donde prevalece un sistema de explotación, el ser humano es sólo un producto, una máquina, un número, y sus posibilidades de recreación y de valoración existencial son mínimas para la mayoría, y, en ocasiones, el ejercicio, por ejemplo, artístico, es sólo privilegio de las clases adineradas. De ahí que, en los eslabones de abajo, el artista es una aberración dentro del sistema actual, ya no digamos si además es mujer.

Sabemos que en territorio zapatista se han desarrollado otras formas de relaciones económicas, políticas y sociales, que la explotación prácticamente no existe, que se ha valorizado al ser humano y, por lo tanto, se han abierto las posibilidades de que mujeres y hombres expresen diversos aspectos de sus vidas para comunicarlos a través de diversas expresiones artísticas, como ha quedado demostrado en los dos CompArte por la Humanidad celebrados en Chiapas en el 2016 y en este 2017. Por ejemplo, se han realizado algunas coreografías. El año pasado se difundió el Baile del Derecho a las Mujeres, que se ejecutó en el Caracol de la Garrucha. 

 
La coreografía es acompañada también de música original, con ritmos populares en el Sureste mexicano. Los pasos bien nos recuerdan a algunos de las danzas tradicionales mayas, inevitablemente, me hizo recordar a la Danza de la quema del Diablo, que se realiza en Guatemala. La creación de este baile es parte de una lucha ardua de mujeres indígenas tzeltales que están luchando por su dignidad y sus libertades. Sus luchas ha abierto las posibilidades de desarrollar actividades recreativas y creativas, gracias a su desarrollo económico y al tiempo que ya disponen al librarse de muchos de las obligados trabajos tradicionalmente femeninos y compartir éstos con los hombres.

Se promueve en territorio zapatista el trabajo colectivo y la recreación y la creación colectiva. Y sobre estas últimas algunas y algunos nos ha emocionado, por ejemplo, el Bailable de la Resistencia:


Sin embargo, también encontramos artistas individuales. Conocidos son los cuentos y la prosa poética del Subcomandante Marcos y del Subcomandante Galeano, de calidad literaria indiscutible. Sin embargo, durante el último CompArte por la Humanidad, a finales de julio, en Oventic fue de llamar la atención las magníficas obras plásticas del C. Pablo, de la Región Zoque: dibujos y esculturas de originalidad y gran calidad, con claras influencias de las Vanguardias de la primera mitad del siglo XX, ante todo, del Surrealismo. La metáfora, en general, los fenómenos retóricos del nivel del significado, más allá de su carácter comparativo formal, que más ayuda a entenderla didácticamente, es una síntesis de sensaciones, de emociones, de materia, elementos en apariencia intocables, que el artista une para expresar nuevas formas de sentir, de percibir y entender la realidad. Para el futurismo, el imaginismo, y el surrealismo la metafóra era fudamental. En C. Pablo encuentro metáforas escultóricas y gráficas.

 
Peces, formas antropomórficas, aves, focas, gacelas, integrados con precisión (que nos recuerda aquello de la “irracionalidad concreta” de la que escribía Dalí), y equilibrio, en que las diversidades conviven, como lo menciona el artista, sin embargo, es también una invitación a reconciliar nuestra razón con los diversos aspectos de nuestra naturaleza, de ahí que, en ambos dibujos ,la cabeza está asociada con elementos animales, que simbólicamente nos remite a los aspectos primordiales de nuestra naturaleza. De similar manera sus esculturas expresan similares contenidos:



  

En los dibujos notamos una mayor amabilidad, aquí el autor es menos complaciente, y más cercano a la pesadilla, a los monstruos que habitan en los pensamientos, que combaten con la diversidad de rostros que somos, que, al fin y al cabo, como nos recuerda Fernando Pessoa, no somos uno, sino múltiples personas que nos comunicamos continuamente. C. Pablo, excelente artista zapatista, que explora lo grotesco. Recordemos que lo “grotesco” originalmente aludía a la combinación fantástica de formas vegetales, animales y humanas. Fue hasta el siglo XVIII que lo “grotesco” fue considerado como una categoría estética y en el siglo XX fue bastante desarrollada por los movimientos vanguardistas y diversos artistas contemporáneos.
Expresiones creativas concretas, arte colectivo e individual (porque nunca hay que olvidar que las colectividades están integradas por individualidades) son parte de las victorias más importantes que el zapatismo ha logrado a partir del 1994, incluso, desde la década de los 80, una revolución social y económica que acompaña a una del espíritu, sincera, libre.

Alejandro Martínez Lira


* Las imágenes pueden ser consultadas en el fotoreportaje realizado por Radio Zapatista: http://radiozapatista.org/?p=22578