lunes, 28 de agosto de 2017

Me cerco con estas letras que te escribo



Me cerco con estas letras que te escribo
para librarme de tu distancia;
para cercarme de tu calor y de todo
lo que la piel es
frente a la lujuria:
                luz
que se desborda desde tu pelo
hasta el nervio más callado que se desata
de mi boca
al silencio agitado de tu vientre;
el encuentro con tu cintura;
el despliegue de mi piel
caliente hasta tus caderas;
creer en la fe de tus piernas entre las mías
y respirar el aroma de tu piel
como el acto más vital de los instantes,
como un mundo que se agita o reposa
en cada fruto del árbol tibio de mi olfato.
Morder los segundos
en tu cuello y en tus hombros;
entregar la sed de mis labios a tus dientes;
entregarme
al vaivén de los ángulos desnudos de tu cuerpo.
Gemir la noche,
               la madrugada,
                            y las horas,
abismarme en tu mirada de tierra que me sepulta,
dejarme conducir sin preguntas ni razones
por tu humedad
tan sabia,
           total
                  y perfecta,
que es brisa,
             que es río,
                         Jordán que arde
y me salva de la culpa tan grave de jamás vivirte.


Alejandro Martínez Lira





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